Se trata de la segunda planta termosolar de Abengoa en Iberoamérica, tras la adjudicada recientemente en Sonora, México; en este caso se trata de una instalación para dar servicio a la mina de cobre El Tesoro, en el desierto de Atacama, Chile. La inversión es de 12 millones de dólares, y permitirá sustituir la mitad del consumo de combustibles fósiles de la planta, evitando la emisión de 10.000 toneladas de CO2 al año. Se trata de un campo solar de tamaño medio, con tecnología cilindro-parabólica.
Sencillo cálculo matemático: evitar la emisión de 1 tonelada de CO2 anual cuesta 1.200 dólares de inversión.
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