La empresa finlandesa St1 Biofuels ha desarrollado una tecnología denomina Etanolix, que permite producir bioetanol a partir de desperdicios. De tamaño compacto, genera también piensos animales y fertilizantes como subproductos.
La capacidad productiva oscila entre 1000 y 3000 m3 anuales de bioetanol, que posteriormente debe deshidratarse y mezclarse con fuel procedente de petróleo antes de poder comercializarse.
Las primeras plantas utilizan como materia prima desechos de pastelería (5000 toneladas producen 1,5 millones de litros anuales) y mondaduras de patatas (20.000 toneladas producen 1,5 millones de litros anuales).
La compañía busca socios para establecer por todo el mundo esta tecnología, con acuerdos de licencias o de colaboración. La tecnología está patentada.
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